Jóvenes por la Pí­ldora

martes, octubre 24, 2006

CASTILLO DE NAIPES


Detractores de la Anticoncepción Hormonal de Emergencia (AHE) han esgrimido argumentos que vaticinan consecuencias horrendas de la entrega de la AHE en consultorios. También, en la opinión pública, los ciudadanos de este país tienen la costumbre de emitir opiniones basadas en razonamientos infantiles o simplistas, muy alejados de lo que debería ser un debate de nivel.

En esta sección nos referiremos a este tipo de argumentos, este tipo de razones infantiles que predicen atroces consecuencias de la entrega de la AHE en consultorios públicos. Los efectos adversos de la AHE son tratados con detalle en la sección ¿Cancerígena?, por lo que no procede repetir el tema aquí.

PRIMER VATICINIO INFANTIL:
“LA PÍLDORA INCENTIVARÁ LA PROMISCUIDAD”

Se trata de una percepción generalizada, y que se asocia, también, a las campañas de prevención del virus VIH/SIDA en la promoción del condón. Afirmar que la AHE incentiva la promiscuidad es parecido a decir que los medicamentos para el resfrío incentivarían el hecho de que la gente anduviera desabrigada en invierno.

El inicio cada vez más prematuro de las relaciones sexuales, y la promiscuidad (entendida ésta última como actividad sexual desenfrenada e irresponsable, o bien con muchas personas) no son causados por la disponibilidad de métodos anticonceptivos, sino por la secularización y la desmesurada erotización de la sociedad.

Aunque no resulta en un cien por ciento realista hacer una absoluta diferenciación entre ambos casos, para el efecto de este análisis separaremos a los jóvenes que llevan una vida sexual activa en dos grupos: el primer grupo lo conforman los jóvenes que madura, consciente y responsablemente deciden tener relaciones sexuales con alguien que aman, y utilizan métodos anticonceptivos para prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados; el segundo grupo es víctima de la excesiva erotización de la sociedad, no tiene acceso -ni muchas veces conocimiento- de los métodos anticonceptivos disponibles y tiene relaciones sexuales casi que por instinto. Esto último es lo que llamaríamos promiscuidad.

Como vemos -y es fácil constatarlo-, la promiscuidad y el sexo sin protección no tienen lugar porque habrá una “píldora mágica” que evitará los embarazos, sino por lo pornográfica que se ha tornado nuestra sociedad, y porque hay personas con graves desórdenes de autoestima y depresión. No vale echarle la culpa a una política sanitaria, eso es hacer demagogia, además del ridículo.

SEGUNDO VATICINIO INFANTIL:
“LA PÍLDORA TRAERÁ CONSIGO UNA EXPLOSIÓN DEL SIDA”

Consiste en creer que el acceso gratuito a la AHE implicará que muchas personas opten por no utilizar métodos anticonceptivos regulares, como el condón, puesto que al día siguiente podrán ir a buscar la AHE en forma gratuita. Esto, indefectiblemente, tendría como consecuencia que habrá más embarazos no deseados (porque la efectividad de la AHE es menor en comparación con los métodos regulares) y más infecciones de transmisión sexual, como el VIH/SIDA, por “reemplazar” la AHE al condón.

Este razonamiento ignora el hecho de que la anticoncepción de emergencia, como su nombre lo indica, es de EMERGENCIA. Sólo se recomienda cuando han fallado otros métodos anticonceptivos (por ejemplo, rotura del condón), o bien la mujer ha sido víctima de una agresión sexual. NO se regalará indiscriminadamente al que llegue a pedirla. Además, el consultorio deberá aportar con información y consejería a los usuarios y usuarias, de manera que si una mujer que ha tenido relaciones sin protección llega al consultorio, ahí se le explicará que la AHE no puede ni debe ser utilizada rutinariamente, se le recomendará escoger un método anticonceptivo regular, y se le responderán dudas e inquietudes.

Buena es la ocasión para citar este mismo vaticinio infantil de una personalidad pública, y su respectiva aclaración por una experta:

VATICINIO INFANTIL:
Yo no logro entender cómo impulsan una política de anticoncepción masiva cuando ésta atenta contra la prevención del virus VIH. Vamos a tener una explosión de sida si se fomenta el uso de la píldora del día después entre las adolescentes”.
[Jacqueline van Rysselberghe, alcaldesa de Concepción (UDI)]

ACLARACIÓN:
No hay ningún fundamento ni evidencia científica que apoye la idea de que con el uso de la píldora del día después se dispararán las cifras de personas afectadas por VIH. Muy por el contrario, en todos los países donde se han entregado consejerías y se ha mejorado el acceso a los preservativos, ha disminuido la epidemia.
Hay un malentendido al relacionar un tema con el otro, ya que es sabido por todos que el levonorgestrel es un método de emergencia y no un anticonceptivo tradicional. La píldora sólo se recomienda cuando han fallado otros métodos de prevención. De hecho, contiene altas dosis de hormonas, por lo que su uso será restringido y sólo para aquellos casos que ameriten tomarla. De ninguna manera se entregará a diestra y siniestra. La nueva norma no estipula que cuando una niña tenga sexo sin protección, llegará y sacará una píldora. El hecho de que se entregue en un consultorio, permitirá ofrecer una instancia de información y educación responsable”.
[Cecilia Sepúlveda, decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y especialista en VIH] [1]

TERCER VATICINIO INFANTIL:
“LA PÍLDORA AUMENTARÁ LOS ABORTOS CLANDESTINOS”

El anuncio lo hizo oficialmente el profesor Ugarte, de la Universidad Católica: “el fomento del desenfreno y la simiente de mal que importa la medida que se critica, multiplicando el desorden, aumentará los abortos en aquellos casos en que la píldora falle”. [2]

En palabras más simples, la AHE aumentará la promiscuidad y el concubinato a tal punto, que mucha gente la utilizará como método anticonceptivo regular, y, cuando falle (porque hay un porcentaje de error de método), el embarazo no deseado en cuestión será interrumpido por medio de un aborto. Tal como lo oye, ¡la entrega de la AHE significará un incremento en los abortos!

La verdad es que ya parece increíble el punto al que se ha llegado con tal de manipular a la opinión pública. Si fuera por lo que dice el señor Ugarte, tendríamos que la gente ya no se abrigaría en invierno porque, en caso de que se resfriara, hay disponibles medicamentos para el resfrío. Este descuido debería provocar que más gente se resfríe y, por ende, las tasas de neumonía se dispararían (porque los medicamentos para el resfrío no las evitan en un 100% de las veces), aumentando las muertes por problemas respiratorios en la temporada de invierno, y todo por permitir la comercialización de medicamentos para el resfrío.

Lo que hay que tener en cuenta en este caso es que, como ya se ha explicado, la AHE no implica un aumento de la promiscuidad ni reemplaza en caso alguno a los anticonceptivos regulares. Por lo que toda conclusión deducida de esa premisa no ha sido fehacientemente demostrada.

[1] Las palabras de la alcalde de Concepción y la aclaración de la doctora Sepúlveda han sido extraídas de “«Grandes pensadores»”; Ermy Araya M.; La Nación; 6 de septiembre de 2006.

[2] José Joaquín Ugarte Godoy, profesor de Derecho Civil de la Universidad Católica de Chile; “Distribución de la píldora a menores”; El Mercurio; 20 de septiembre de 2006.

Escrito por:
José Rafael Núñez Toso