¿CÓMO FUNCIONA?
En esta sección se pretende entregar información de carácter científico útil a los lectores, de manera de informar a los ciudadanos acerca del mecanismo de acción de la Anticoncepción Hormonal de Emergencia.
La píldora del día después utilizada en Chile está constituida por levonorgestrel (LNG), una progestina de tipo artificial -un prostágeno, una sustitución hormonal-, y generalmente a la venta en dosis de 0,75 mg, cuyo efecto es porcentualmente percibido en ingestas de 1,5 mg, es decir, dos pastillas.
Se describen tres etapas posibles en el ciclo menstrual de una mujer que ingiere LNG:
El primero se refiere a la etapa pre-ovulatoria, es decir, previo a la rotura del folículo de Graaf -sección del ovario donde madura el oocito- y, por consiguiente, previo a la liberación del oocito. Aquí, el LNG actúa inhibiendo la liberación del oocito a través de la inhibición de la rotura folicular, o por disfunción ovulatoria, esto es, eliminando el pico de hormona luteinizante -la que determina la ovulación-, o disminuyendo considerablemente su concentración. El índice de efectividad para estos dos efectos combinados es de un 94% a 91%, porcentaje que varía proporcionalmente con el diámetro folicular [1] (mientras más desarrollado esté el oocito no liberado, menos probabilidades existen de que el LNG impida la ovulación). Es evidente que sin liberación del oocito no hay ni fecundación ni luego embarazo en el caso de una relación coital.
En segundo lugar, se cuenta la fase lútea del ciclo: cuando ya ha sido roto el folículo y liberado el oocito. En esta etapa, el LNG no tiene incidencia sobre la función ovulatoria [2], mas sí actúa sobre el ambiente genital: primeramente se registra un aumento del pH del fluido uterino, lo cual inmoviliza a los espermatozoides y luego se registra aumento en la viscosidad del moco cervical, impidiendo el paso de más espermatozoides hacia la cavidad uterina [3]. Esto disminuye las probabilidades de fecundación en el caso de que haya ocurrido la ovulación, puesto que los espermatozoides no tienen vitalidad o capacidad de transportarse hasta el oocito para fecundarlo.
Por último, se tiene la etapa de una eventual fecundación: el LNG no actúa sobre el cigoto ni actúa sobre el endometrio ni, por tanto, sobre la implantación del cigoto en él [4]. Esto quiere decir que el LNG sólo impide la fecundación, y nunca interrumpe un embarazo ya iniciado (si tenemos por inicio del embarazo la fecundación del huevo). Por lo tanto, la píldora NO es abortiva.
Mientras más tempranamente se ingiera el tratamiento de LNG, mayores serán las posibilidades de evitar un embarazo: si se ingiere dentro de los primeros tres días luego de la relación coital, se tendrá una tasa estimada de embarazos de 1.1% a 1.3% [5], previniendo de un 91% a un 69% de los embarazos estimados; en el cuarto día la tasa disminuye a un 83% y en el quinto día tiene un 31% de efectividad para prevenir los embarazos estimados [6]. Luego de este tiempo los espermatozoides se ven imposibilitados para fecundar y mueren.
[1] H. Croxatto, V. Brache y cols.; “Pituitary-ovarian function following the standard levonorgestrel emergency contraceptive dose or a single 0.75 mg dose given on the days preceding ovulation”; Contraception; 2004.
[2] M. Ortiz, H. Croxatto y cols.; “Post-coital administration of levonorgestrel does not interfere with post-fertilization events in the new-world monkey Cebus apella”; Human Reproduction; 2004; 19:1352-56.
[3] Kesserü y cols.; “The hormonal and peripheral effects of d-Norgestrel in postcoital contraception”; Contraception; 1974.
[4] Organización Mundial de la Salud; “Emergency Contraception: a guide for service delivery”; WHO/FRH7FPP798; 19; Ginebra; 1998.
[5] Organización Mundial de la Salud; “Task Force on Postovulatory Methods of Fertility Regulation. Randomized controlled trial of levonorgestrel versus the Yuzpe regimen of combined oral contraceptives for emergency contraception”; Lancet; 1998; 352:428-33.
[6] G. Piaggio, H. von Hertzen; “Effect of the delay in the administration of levonorgestrel for emergency contraception”; XVII FIGO Congress of Gynecology and Obstetrics; noviembre de 2003; Santiago, Chile. Estudio realizado en mujeres humanas.
Escrito por:
Rodrigo Cerda Thomas
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